Obras
Proyecto

Centro Cultural Italiano

* Ganador del Concurso de Arquitectura para la creación del CENTRO CULTURAL ITALIANO DE MAR DEL PLATA que será emplazado en la VIEJA USINA DEL PUERTO.

Coautores
Mario Corea
Diego Nakamatsu
Marcelo Ranzini
Eugenio Tioni

Arquitectos Colaboradores
Matias Rizzi
Patricio Assef
Helena López Pinos
Milena Alesio
Igor Fridman
Anna Prats

Instalaciones

PGI GRUP. Ingenieros en Instalaciones

Siempre entendemos que el proyecto surge de las condiciones específicas “del lugar”.
“Lugar” entendido en toda su complejidad, tanto cultural como social, urbana, arquitectónica, topográfica, geométrica, etc. El “lugar” es siempre la marca genética del proyecto. Si sabemos leer en profundidad el lugar encontraremos el proyecto.
En el caso del Centro Cultural Italiano “el lugar” es fundamentalmente la Vieja Usina Eléctrica del Puerto de Mar del Plata.
Este hecho hace que nos enfrentemos a una situación de intersección entre una arquitectura preexistente y una arquitectura nueva.

La consideración principal en este tipo de intervención es la relación entre la arquitectura soporte y la arquitectura nueva.
Después de varias experiencias profesionales, podemos afirmar que el grado de autonomía de la intervención está en relación inversa a la calidad del soporte. A mayor calidad del soporte menor libertad de trasnsformación e intervención. Como decía Giorgio Grassi, “- el edificio es el maestro”.
En el caso de la Vieja Usina que tiene un valor patrimonial como edificio, hace que su refuncionalización se realice conservando todos sus valores como arquitectura industrial. En la intervención se ha preservado en todo lo posible la arquitectura original, especialmente a nivel de volumetría general y de fachadas.
Al plantearnos los nuevos edificios que completan el programa creímos muy necesario un lenguaje muy riguroso que no compitiera gestualmente con el de la Usina, sino por el contrario, que una mínima expresión dejara el protagonismo a la arquitectura preexistente.

Las fachadas del Centro Cultural son explícitas para transmitir la vida interior del Centro.
La fachada de la nave principal restaurada hacia la plaza es la imagen representativa del CCI.
La fachada lateral hacia la calle con su fragmentación y baja altura, se pone en escala con el entorno que tiene en frente. Su fragmentación ayuda también a tamizar la potencia del edificio industrial con el barrio.
El muro verde frente a las vías, preanuncia la posible existencia del parque lineal en que se puede convertir ese espacio urbano, hoy un remanente de un uso anterior abandonado.
Las tres fachadas del triángulo del solar contribuyen a construir este sector urbano de la ciudad. Así tratado el conjunto, el nuevo CCI se convierten urbanísticamente en un punto de centralidad, sobre todo cultural, del barrio actual.