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Conferencia y exposición ‘Arquitecturas para el barrio. 1993-2013’ para la XIV Bienal Internacional de Arquitectura en Buenos Aires

Bienal BA13

ARQUITECTURAS PARA EL BARRIO
Queremos focalizar esta muestra en las arquitecturas del barrio, aquellas que son de uso diario, cotidiano y que pertenecen a la identidad de los mismos. Arquitecturas que son apropiadas por los vecinos, que la sienten como propias.

Muchas veces estas obras, consideradas ‘menores’, no cuentan con la intervención de los arquitectos y son dejadas a mano de funcionarios o constructores que no entienden que el valor de la arquitectura no es un valor añadido sino un valor intrínseco al proyecto.

Yo siempre he pensado que no hay arquitecturas menores, sólo hay arquitecturas, independientemente de su tamaño o función.

En esta muestra hacemos un recorrido de 20 años (1993-2013) de proyectos de arquitecturas cotidianas integradas en el tejido urbano de los barrios. En la construcción de la ciudad, estas arquitecturas, sean viviendas o equipamientos, constituyen el mayor porcentaje de lo edificado.

La presentación de las obras la hacemos por programas, con independencia de su cronología, reforzando así el tipo de uso, su tamaño y su relación con el barrio.

Comenzamos con dos obras de equipamiento deportivo en la periferia de Barcelona. La primera es el Polideportivo de l’Hospitalet de Llobregat, que forma parte de la Isla Olímpica en el barrio de Bellvitge y que con motivo de las Olimpiadas del 1992 recibió el campo de béisbol, un campo de fútbol y tenía previsto construir unas piscinas de natación y saltos que no llegó a construirse. De todos estos equipamientos el polideportivo es el que presta más servicio al barrio de Bellvitge.

La segunda obra es la Piscina Cubierta de Vilafranca del Penedès, que también forma parte de un conjunto de equipamientos deportivos de la ciudad, en el borde entre la ciudad y el campo. Esta obra y, en conjunto, la suma de equipamientos deportivos son de uso cotidiano de los habitantes de Vilafranca, recibiendo no sólo usuarios individuales sino también grupos de alumnos de las escuelas de educación primaria y secundaria de la ciudad, lo que produce un uso masivo de las instalaciones.

Luego presentamos el tema de la vivienda que es la que constituye el tejido vital del barrio. Las obras presentadas son dos viviendas unifamiliares muy distintas en casi todos sus aspectos. Distintas ubicaciones urbanísticas, dos programas de tamaño y escala muy diferente y dos presupuestos de costo de obra también muy distintos. La primera está en el pueblo de Las Grutas en la Patagonia Argentina que, además de la casa propiamente dicha que se desarrolla en dos plantas, ubicando los dormitorios en planta baja para disfrutar de las mayores vistas al mar desde el área de estar, también tiene un quincho con un gran asador típicamente argentino.

La otra casa, situada en la localidad de Teià, un pueblo que forma parte del área metropolitana de Barcelona, es una vivienda de tres plantas que, al igual que la casa en Las Grutas, presenta los dormitorios en planta baja en contacto con el terreno, lleva el estar-comedor-cocina a la planta intermedia y finalmente presenta un estar de verano y la piscina con su solarium en la planta tercera priorizando las vistas al mar.
Dos casas muy distintas pero que comparten el uso cotidiano de habitar y son parte de la tipología residencial de los barrios donde se localizan.

Seguimos con otro de los temas barriales por excelencia: los centros de salud, punto de partida de la atención sanitaria en relación íntima con los habitantes del barrio al que presta sus servicios. Éstas son el Centro de Salud Santa Eulalia en la isla de Ibiza y el Centro de Salud de Manresa, en esa ciudad industrial de la periferia barcelonesa. Son dos obras de programa y estándares muy similares y lo que las diferencia es el carácter de la arquitectura del barrio donde se insertan. El de Ibiza, fiel a la arquitectura blanca de la isla y, el de Manresa, más en sintonía con la arquitectura industrial de la ciudad.

En esa selección de arquitecturas para el barrio no podrían faltar las escuelas. Aquí presentamos dos ‘escoles bressol’ o guarderías para niños de hasta tres años en Badalona, ciudad industrial y obrera lindante con Barcelona. Las escuelas jardín simbolizan el uso cotidiano y diario en el barrio. Las madres y los padres dejan sus hijos para concurrir a su trabajo y los niños empiezan allí su tarea de socialización. La escuela Virolet está situada en un terreno muy inclinado que nos obligó a desarrollarla en dos niveles, pero con la condición que la actividad de los niños se llevara a cabo en un solo nivel.

La escuela Nero Nas aprovecha el terreno plano y se desarrolla en un solo nivel. Sin embargo, ambas tienen como corazón un patio central al que dan todas las aulas y, en su singularidad, responden a las condiciones del barrio tanto topográfica como funcionalmente.

Por último presentamos dos equipamientos que son dos recintos feriales, uno en la ciudad catalana de Tortosa, y otro en Mendoza, Argentina. En términos de su uso principal, ferias y congresos, no son obras de uso cotidiano. Sin embargo, estas instalaciones pueden albergar otras actividades directamente relacionadas con los usuarios del barrio y ofrecer espacios que contribuyen al enriquecimiento del tejido urbano. El recinto ferial de Tortosa convirtiéndose en un amplio polideportivo de servicio para los vecinos y las escuelas del barrio y el recinto ferial de Mendoza que plantea un uso diario a través de un espacio público accesible, con parques, paseos, usos deportivos y cafeterías que funcionan como equipamientos de barrio cuando no hay ferias.

Estas arquitecturas cotidianas intentan dar lo mejor de sí mismas para el uso y disfrute de los vecinos, que terminan sintiéndolas como propias y como identificadores de su hábitat.

Mario Corea
Septiembre 2013

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